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¿Te quedarás conmigo?
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¿Quedarme contigo? ¿Para qué? ¿Para
estar siempre discutiendo?
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Eso es lo que hacemos, discutir. Tú
me dices cuando soy un maldito arrogarte y yo cuando das mucho la tabarra; y lo
haces el 99% del tiempo. Sé que no puedo herir tus sentimientos porque tienen
un promedio de dos segundos de rebote y otra vez vuelves a la carga.
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¿Entonces qué?
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Pues que no será fácil, va a ser
muy duro, tendremos que esforzarnos todos los días y quiero hacerlo porque te
deseo. Quiero tenerte para siempre, tú y yo, todos los días.