jueves, 29 de marzo de 2012

Soy luchadora y no siento miedo.

Te propongo comenzar desde cero, como si nos acabásemos de conocer y no hubiésemos vivido ningún momento juntos. Déjame que te demuestre que si empezamos de cero puedo ser perfecta para ti y hacerte feliz, puedo ser esa que nunca fui, y podremos ser felices juntos. Pero necesito que me des una última oportunidad, si no estás dispuesto a dármela no hay nada que pueda hacer por mucho que quiera demostrártelo.

martes, 27 de marzo de 2012

Que me despiertes con un beso y un 'buenos días princesa'

Besos, simples besos, esos mismos besos que puedes llegar a necesitar para sentirte segura. Hace tiempo dejé de sentirme segura y protegida, dejé de recibirlos en el momento en el cual le demostraron que podía vivir perfectamente sin mí, cuando dejé que le demostraran que otra persona podría ocupar el lugar que un día me perteneció. Entonces mi vida dejo de tener sentido, y mi corazón roto en mil pedazos solo tenía una función, bombear sangre y hacer que sobreviviese un día más en este patético y ruin mundo. Aún recuerdo el momento en que me dijo que fuese fuerte, que encontraría a alguien que fuese para mí y que sabría hacerme feliz, pero se olvidó de un pequeño detalle… No quiero ser feliz con nadie más, porque este maldito corazón hecho pedazos le quiere a él y nuestra vida de futuro estaba perfecta tal cual la planeamos aquella tarde en la que yo estaba apoyada en su regazo y él me abrazaba hasta impregnar su aroma en mi jersey, entonces sí que estaba totalmente segura y lo más importante, estaba feliz… Realmente feliz, no me hacía falta fingir sonrisas para parecerlo, porque el simple hecho de saber que estaba conmigo a diario y que me quería más de lo que yo misma creí era un motivo más que suficiente para que en mis labios apareciese una sonrisa sin avisar, esa sonrisa de auténtica felicidad que hace mucho tiempo que nadie ve.


lunes, 19 de marzo de 2012

Puede que hoy no seas feliz, pero un nuevo día vendrá.

Nunca he sido el tipo de chica que se rendía con facilidad, todo lo tenía que conseguir y casi todo lo he conseguido, casi siempre luchaba por cosas que no tenían un gran significado… Que mis padres me comprasen una bici nueva o un perro, o por estupideces como un cromo de un álbum o un tazo que me faltaba para acabar la colección. Cuando era pequeña pensaba que la vida sería un camino de rosas, que todo se arreglaba con un simple, ¡trampas, empezamos de nuevo!, pero no,  en la vida real no hay trampas y mucho menos nuevos comienzos, la vida solo tiene un comienzo y hay que aprovechar todo lo que te ocurra en ella desde el principio. Yo no lo hice, o no lo hice lo suficientemente bien y ahora me arrepiento de tantas discusiones absurdas, tantos enfados sin sentido y tantos errores como cometí, nunca fui perfecta y aunque no pretendía serlo, quería serlo solo por él. Para mí lo mejor que me podía pasar a lo largo del día era pasar un rato con él por muy breve que fuese  y que al despedirse me dijera su ‘te quiero mucho princesa’, y aunque nunca me gustaron las princesas me daba igual él era mi príncipe; y por miedo no demostré todo lo que sentía por él, por miedo fui inmadura, y por miedo  fui desconfiada cuando más tenía que confiar. Hoy por hoy, no quedan más que bellos recuerdos de aquel cuento, solo espero que el tiempo sea sabio y retome aquel cuento, en el que yo era una princesa y él mi bello príncipe azul.