martes, 27 de marzo de 2012
Que me despiertes con un beso y un 'buenos días princesa'
Besos,
simples besos, esos mismos besos que puedes llegar a necesitar para sentirte
segura. Hace tiempo dejé de sentirme segura y protegida, dejé de recibirlos en
el momento en el cual le demostraron que podía vivir perfectamente sin mí,
cuando dejé que le demostraran que otra persona podría ocupar el lugar que un
día me perteneció. Entonces mi vida dejo de tener sentido, y mi corazón roto en
mil pedazos solo tenía una función, bombear sangre y hacer que sobreviviese un
día más en este patético y ruin mundo. Aún recuerdo el momento en que me dijo que
fuese fuerte, que encontraría a alguien que fuese para mí y que sabría hacerme
feliz, pero se olvidó de un pequeño detalle… No quiero ser feliz con nadie más, porque este maldito corazón hecho pedazos le quiere a
él y nuestra vida de futuro estaba perfecta tal cual la planeamos aquella tarde
en la que yo estaba apoyada en su regazo y él me abrazaba hasta impregnar su
aroma en mi jersey, entonces sí que estaba totalmente segura y lo más
importante, estaba feliz… Realmente feliz, no me hacía falta fingir sonrisas
para parecerlo, porque el simple hecho de saber que estaba conmigo a diario y
que me quería más de lo que yo misma creí era un motivo más que suficiente para
que en mis labios apareciese una sonrisa sin avisar, esa sonrisa de auténtica
felicidad que hace mucho tiempo que nadie ve.
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