Y de lo mucho que me acojonaba
quererte no te haces una idea, y del pánico que le tenía a eso de que pirases,
a que me dejases sola, a verme obligada a 'empezar de cero', a seguir sin ti y
sin tus 'buenos días dormilona', sin tus 'te quiero' sin venir a cuento, tus
constantes 'te echo de menos princesa' que me hacían sonreír fuese la hora que
fuese, pero lo que más me acojona es que después de tanto tiempo las heridas
que provocaste siguen abiertas. Que ya no hay alcohol que cure ni alivie tanto
daño, que ya... ya no hay nada, sólo pedacitos de recuerdos, pedacitos de un
tiempo en el que fui feliz, un tiempo en el que llegamos a querernos con toda
el alma, un tiempo que... no volverá.
No hay comentarios:
Publicar un comentario