martes, 23 de agosto de 2016

Lotería.

Mis expectativas son sencillas: ser feliz. Viajando, conociendo nuevas cosas y formar una familia contigo. Mi reto es vivir el día a día siendo y haciendo feliz a las personas que me rodean con chistes malos, bromas, y a veces, reírme de mi misma y mi multitud de defectos. Jamás tuve problema en reírme de mí si por ello conseguía elevarte el ánimo, en otros momentos conseguía elevar otra cosa… Tu nivel de paciencia, no pensemos mal; o sí.
Mi propósito de cada año es disfrutar más y preocuparme menos, pero después de haber perdido amigos, familiares, oportunidades y haber ganado quebraderos de cabeza y alguna que otra persona a la que no le entusiasma el hecho de que pueda respirar; empecé a preocuparme, o mejor dicho a obsesionarme, con no perder a nadie más y no ganar cosas que preferiría no tener en mi vida. Sí perdía; quería que fuese el miedo a ser feliz, o el miedo a no dar la talla con las personas que me rodean. Y sí ganaba; quería que fuesen buenas noticias, un montón de buenos amigos, un verano de av…. Já, a quién pretendo engañar, quería ganarte a ti. Quería ganarme tus amaneceres y anocheceres, que te desvelaras conmigo y que el insomnio fuera la mejor excusa para pasar un buen rato. Tener charlas de futuro e imaginarnos como sería nuestra casa, o como serían esos bichillos que lo desordenarían todo.
La verdad, aquel 16 de marzo, sí el día que te conocí, me tocó el gordo de la lotería sin siquiera saber que estaba jugando. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario